— ¡Señor, no sólo es usted un atrevido, sino también un grosero! ¡Hasta que aprenda modales, hará bien en quedarse en compañía de los de su propia clase! ¡Buenos días!
Más tarde, en una casa en otra parte de la ciudad.
— ¡Tú, escucha! ¿Cuánto tiempo más tendré que esperar a que me consigas lo planos de esos aviones americanos? ¡Me estoy hartando de este retraso!
— ¡No, escucha tú, idiota impaciente! ¡Acabo de conocer al diseñador de esos planos! ¡No tendrás que esperar mucho!
— ¡Bien! Cuando despliegues tu encanto lo vas a dejar atontado. ¿Cuándo vas a verlo?
— ¡Eres tan estúpido como él! ¡No he concertado ninguna cita con él! ¡Le reprendí por atreverse a hablarme!
— ¡Qué! ¿Cómo vas a sacarle la información a menos que lo tengas a solas para seducirlo?
— ¡Estúpido! ¿No sabes que los hombres se crecen en la adversidad? Ese joven romántico vendrá a llamar a mi puerta sólo porque he sido brusca con él.
— ¡Mmm! ¡Quizás tengas razón! ¡No me importa cómo lo hagas, siempre que me traigas esos planos!
— ¡No fallaré! ¡Márchate ahora! ¡No va a tardar en venir! Me pregunto qué hay en este muchacho que me resulta tan vagamente familiar...
— ¿Hubo suerte, Ryan, amigo mío?
— ¡Creo que he pillado a la princesa! ¡Dejó caer un guante para engatusarme y luego me echó una bronca por ser tan atrevido!¡Ahora espera que la llame y le pida perdón, pero ahí es donde la damisela se va a ver muy decepcionada!
Continuará...
jueves, 13 de agosto de 2009
Terry y los piratas 12
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